Se me ocurre hoy echar un vistazo al maravilloso espectáculo que ofrece actualmente la política de este país, llamado (con permiso) España. A vista de pájaro ve uno el ir y venir de un rebaño inmenso de políticos, ajenos todos ellos a la tarea de gobernar para la gente, y sí dedicados en cuerpo y alma a rebañar votos que les mantengan en el sillón, o que les acerquen a él. Debe ser que la vida de político es un chollo. Si tienes una voz profunda y te aprendes cuatro frases redondas, tú puedes hacer las américas en este oficio.
En fin, que todos tiran de la manta: nacionalistas, peperos, pesoes, izquierdaunidos, batasunos. Y algunos tiran tanto de la manta ( con permiso de zp) que... Y, mientras, aquí estamos los votantes agitando al viento nuestro voto. Lo malo es que no sabemos para dónde tirar. Si lees La Razón, vas para un lado; si El País, para el contrario. Como que no sabemos quién nos miente más.
Los que están ahora arriba andan metidos en media docena de laberintos: "proceso de paz (tiene gracia lo de paz)", inmigración, Líbano, statut, 11m... Y, de cara a la galería (por lo de los votos), todo va maravillosamente bien y, si algo no funciona, la culpa es del de enfrente.
Los de enfrente andan como perdidos, sin encontrar el sitio, la táctica. Andan revolviendo los cajones del 11m a ver si encuentran algún perdigón con el que poner el tinglado patas arriba.
Lo que digo, DESDE MI ATALAYA, todo un espectáculo.
